LIGA GALLEGA INFANTIL GRUPO 1 B
No fue demasiado buena la jornada para los nuestros en la máxima categoría autonómica infantil. O Val y Freixo caían derrotados por Deportivo y Viveiro, mientras que en el derbi disputado en Caranza, los de A Malata se llevaron los tres puntos.
GALICIA DE CARANZA 1 – 2 RACING C. FERROL
No defraudó «el derbi ferrolano» de la categoría. Ambos equipos llegaban a la cita separados por tan solo un punto y en la zona media de la tabla. El encuentro, que comenzó muy igualado, se mantuvo sin que el marcador se moviese hasta que casi a la media hora de juego los verdes se adelantaran con un gol de Alex Díaz muy celebrado por la parroquia de A Malata. No menos lo sería el de Theo para los suyos que mediada ya la segunda parte suponía el tanto del empate para el Galicia. Con el partido apretadísimo y la incertidumbre en el marcador, llegó el desenlace. Ya con el tiempo cumplido, Brais Calvo establecía el 1-2 definitivo que provocó el estallido de euforia visitante y la decepción de los locales, en un partido de guante blanco en el que cabe destacar la gran deportividad de ambos contendientes.
GALERÍA DE FOTOS DEL PARTIDO EN ESTE ENLACE | Karlos Basoa
RC DEPORTIVO LA CORUÑA 5 – 0 SD O VAL DE NARÓN
Derrota de los valexos en Abegondo ante el potente cuadro deportivista líder imbatido de la categoría. Los de Narón, con Fernando Aneiros «Penano» al frente del equipo tras la marcha de «You» por motivos personales, no cuajaron un mal encuentro pero terminaron cediendo ante la superioridad local. Novenos con 6 puntos tras tres derrotas consecutivas, en la próxima jornada, recibirán al colista Viveiro en Sinde.
VIVEIRO CF 3 – 2 NARÓN O FREIXO
A pesar de haberse adelantado en el marcador en la segunda mitad con un doblete de Testa, a los de Carlos Ramallo se les escapó la victoria en unos fatídicos diez minutos finales en los que terminarían encajando tres tantos, el último de penalti y con el tiempo ya cumplido. El encuentro se desarrolló con normalidad hasta que los locales conseguían el primer tanto, a partir de ahí y a juicio de Carlos Ramallo entrenador de los de Rio Seco:
«A partir de ahí todo cambió, el árbitro, que hasta ese momento estaba arbitrando con total normalidad de repente empezó a señalar en cada disputa faltas a favor del contrario, nuestros jugadores no podían ni intentar robar el balón ya que siempre se sancionaba con falta (incluso antes del segundo gol me mostró tarjeta amarilla por estar hablando con un jugador mío sin ningún motivo), y así llegaron los goles, el segundo una falta cercana que no existe justo después de que le dieran un codazo en la cara a un jugador nuestro que se quedó llorando en el campo y dos minutos después un penalti inexistente, ya poco antes entró un jugador del Viveiro por el lateral del área y se veía claramente que el árbitro estaba deseando pitar pero el jugador echo la pelota fuera antes de llegar ninguno de los nuestros».
«La verdad salimos muy enfadados, sobre todo por la impotencia y conteniéndonos viendo que ya habían decidido que perdiéramos el partido y pensando que si decíamos algo solo íbamos a conseguir perder estar en el siguiente o los siguientes partidos.
Sinceramente en los años que llevo de entrenador nunca viera nada similar, por supuesto que diversos errores pueden decidir o no un resultado (totalmente comprensibles), pero no una búsqueda tan exagerada de condicionar un partido.
Querría recalcar la actitud de mis jugadores que fueron capaces de no entrar al juego, que incluso el árbitro parecía que les provocaba en alguna jugada si pretendían decir algo.
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